EFE
Publicado el 02/03/2020 a las 0h34
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció ayer que enviará al Congreso un nuevo proyecto de legalización del aborto, iniciativa que en 2018 había rechazado el Senado durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Dentro de 10 días voy a presentar un proyecto de interrupción legal del embarazo”, dijo ante la asamblea de diputados y senadores, al inaugurar el año legislativo, medida que recibió el más efusivo y prolongado aplauso en el recinto, además de una ovación de millares de manifestantes frente al Congreso.
Los aliados del Presidente son mayoría absoluta en el Senado y la primera fuerza en la Cámara Baja.
Fernández, un peronista de centroizquierda, dijo que “el aborto sucede, es un hecho”, al que mujeres recurren “en las más absoluta clandestinidad”.
El jefe de Estado, en funciones desde hace poco más de dos meses, dijo que se ha demostrado que “la ley que rige desde 1921 (que permite el aborto en casos de violación o peligro de salud para la mujer) no es eficaz”. Fernández señaló que, según su proyecto, el aborto será autorizado “en el tiempo inicial” del embarazo, sin precisar ese lapso.
“Se debe respetar la decisión individual de la mujer de disponer libremente de su cuerpo”, aseguró ante la algarabía de numerosas legisladoras que militan por el proyecto.
En junio de 2018, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto para la legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación, pero éste fue rechazado luego en el Senado.
La Iglesia católica, mayoritaria en Argentina, influyó en muchos legisladores en el país del papa Francisco, quien mantiene una buena relación con Fernández.
Centenares de miles de personas se han movilizado en estos años en favor del proyecto, identificadas con pañuelos verdes, pero también hay multitudinarias marchas en contra organizadas por distintos sectores religiosos, embanderados con el color celeste.
En Argentina se practican cada año unos 400 mil abortos clandestinos, según organizaciones defensoras de los derechos de la mujer.