Brian Clowes, PhD
Director de Investigación y Capacitación
Human Life International
El pasado domingo 16 de octubre de 2016, los acólitos de Planned Parenthood Federation of America (PPFA) o simplemente Planned Parenthood, estuvieron celebrando el centésimo aniversario de la que ha llegado a convertirse en la organización más abortista de EEUU, y la filial de la más abortista del mundo: la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF, por sus siglas en inglés).
Varios senadores del Partido Demócrata de EEUU han sometido una resolución formal, para honrar a Planned Parenthood. Cien artistas de Hollywood han firmado una carta de felicitación a la organización. Hillary Clinton ha hablado repetidamente de lo mucho que ella aprecia el crimen del aborto y a la fundadora de Planned Parenthood, la eugenista, racista y anti-inmigrante Margaret Sanger. Y, por supuesto, vemos en los medios de difusión cientos de editoriales aduladores que proclaman los elogios de la industria o negocio más corrupto de la historia de esta nación.
Si el consabido “marciano” visitara nuestro planeta ahora mismo, supondría, dada la cobertura que le dan los medios a Planned Parenthood, que se trata de una organización compuesta enteramente de santos, cuyas vidas están dedicadas totalmente a los ideales de libertad y felicidad y, que al mismo tiempo, luchan “valientemente” contra los “terroristas” provida que “odian” a las mujeres.
Sin embargo, si el “marciano” tuviese la capacidad de pensar racionalmente y se tomara el tiempo de buscar la verdad con un poquito de más profundidad, quedaría horrorizado por lo que está bajo la superficie.
Margaret Sanger no solo era una amistosa partidaria de la eugenesia (la búsqueda de una raza “superior” por medio del control de la natalidad y el aborto), lo era de pura cepa, hasta el tuétano. Sanger escribió que el objetivo de su organización era “promover la selección eugenésica de los nacimientos en todo EEUU, a fin de que haya más niños capacitados y menos niños con defectos—una raza más fuerte, saludable y más inteligente” [1]. Sanger condujo el razonamiento eugenista a su conclusión lógica, a saber, que la labor de beneficencia pública era “disgénica”, y que ésta causaba la degradación de la raza humana:
“Estamos ahora en una situación o estado, donde nuestras organizaciones de beneficencia, nuestros actos de compensación, nuestras pensiones, nuestros hospitales, y aun nuestro sistema de sanidad y drenaje, todos tienden a mantener vivos a los enfermizos y a los débiles, a quienes se les permite propagarse y que su vez producen una raza de degenerados” [2].
Por supuesto, igual que ayer, si los débiles no abrazan estos planes utópicos de las elites, deben ser sometidos y alineados por medio de mayores grados de coerción. La misma Sanger dijo que: “Posiblemente, los métodos drásticos y espartanos podrían ser impuestos a la sociedad, si esta sociedad continua complacientemente alentando la crianza caótica, que ha resultado de nuestro estúpido y cruel sentimentalismo” [3].
Los colaboradores de la publicación periódica de Sanger The Birth Control Review (“Revista del Control de la Natalidad”, traducción libre) odiaban a la Iglesia Católica de una manera muy particular, y también despreciaban mucho a las minorías. Julian Huxley, fundador del World Wildlife Fund (“Fondo Mundial para la Fauna Silvestre”, traducción libre), comentó en un artículo publicado en esta revista de Sanger:
“Primeramente está la simple pregunta sobre la cantidad de población, la cantidad de estadounidenses en el mundo en comparación con la cantidad de ingleses, la cantidad de africanos y la cantidad de chinos. Si se tiene una raza cuya población va disminuyendo y otra cuya población va en aumento, siempre existe la posibilidad del suicidio racial” [4].
En un artículo titulado “God’s Chillun” en la especial “edición negra” de la revista, Walter Teppening escribió: “Muchos de los ciudadanos de color son muestras muy finas (buenas) de la humanidad. Una muy buena parte ellos, sin embargo, constituyen un gran porcentaje de la pila de “desperdicios de Kalamazoo…La difusión de la información sobre el control de la natalidad, debería de haber comenzado con esta clase [de negros], en vez de con las clases sociales y económicas altas de los ciudadanos blancos” [5].
Ciertamente los que aportaban artículos a la revista de Sanger eran coherentes en sus afirmaciones, porque desprecian abiertamente a todos los que no estaban a la altura de su “ideal” nórdico.
De los portorriqueños, estos autores afirmaban: “El portorriqueño vive en un estado crónico de inanición, colocando su esquelético cuerpo de espantapájaros dentro de una choza, donde su contraparte femenina y su sinnúmero de niños detestables casi siempre comparten al menos una de sus enfermedades” [6].
De los italianos decían: “Vean en el ‘Quién es Quién en EEUU’ y busquen nombres italianos, verán que los nombres de italianos están claramente ausentes…” [7].
De los polacos: “Los hombres polacos son casi siempre inmorales, porque son nacidos de madres muy jóvenes, o han sido precedidos por muchos niños nacidos antes” [8].
De los sureños (de EEUU): “La mujer sureña está atrasada cincuenta años en relación con el resto de las mujeres del país. La mujer sureña no tiene mentalidad propia, no tiene individualidad, no tiene iniciativa, y sin protestar acepta todos los convencionalismos absurdos que la rodean y que la mantienen en una inútil y encantadora dependencia de su marido” [9].
El resultado inevitable de toda esta abominable mentalidad eugenésica es que una tercera parte de las personas afro-americanas ha sido abortada [10].
Margaret Sanger fundó su The Birth Control League (“Liga para el Control de la Natalidad de EEUU”, traducción libre) en la década de los 1920. Su organización sucesora es Planned Parenthood, la cual lleva adelante la misma agenda. El mayor premio o galardón de esta organización lleva el nombre de su fundadora, Margaret Sanger. Los activistas de Planned Parenthood defienden este legado sin excepción hasta el día de hoy
Planned Parenthood nunca ha perdido de vista la visión y el objetivo de Sanger. Continúa llevándolos a cabo con un fanatismo obcecado, que hasta sacude la imaginación, aun cuando su actitud en contra de las minorías no es tan abierta como antes. Las mal llamadas “clínicas” y afiliados de Planned Parenthood hoy día llevan a cabo uno de cada tres abortos en EEUU: más de 320 mil al año. Sus abortistas han quitado la vida, en EEUU, a 7.6 millones de bebitos y bebitas por nacer, desproporcionadamente en el caso de las mujeres pobres y minoritarias. No en balde tienen el 80% de sus mal llamadas “clínicas” estratégicamente ubicadas en barrios minoritarios.
Para tener una idea de la magnitud de esta atrocidad, la matanza de niños no nacidos por parte de Planned Parenthood viene a ser el cuarto genocidio más grande de la historia moderna, siguiendo my de cerca a Hitler, Stalin y Mao. El ingreso de Planned Parenthood, desde 1999 ha sido de 20 mil millones de dólares, y mucho de este dinero ha sido adquirido por los directivos de Planned Parenthood debido a nuestro aporte involuntario a través del pago de nuestros impuestos.
Pero estas cifras, por impactantes que sean, ni siquiera comienzan a describir lo que viene siendo el verdadero legado de Planned Parenthood.
Este legado se refleja en el rostro desesperado de la niña adolescente, a quien los métodos de control de la natalidad suplidos por Planned Parenthood no le dieron resultado, una situación desafortunada pero muy común. Si lo que dicen ex empleados de Planned Parenthood es verdad, dicha situación ha sido parte de una estrategia para crear una base de clientes para los mal llamados “servicios” de abortos.
Está en el rostro del adicto sexual, quien furtivamente mira para todos lados antes de abrir la puerta de una desvencijada y de mal gusto tienda de “libros y juguetes para adultos”.
Está en el rostro de una madre soltera, que ha aceptado la demagogia de Planned Parenthood de sexo libre (pero “responsable” siempre y cuando usen anticonceptivos), y quien ha tenido varios abortos de niños engendrados por diferentes hombres, y de cuyos abortos no ha logrado sentirse “empoderada”.
Está en el rostro del hombre homosexual que muere de SIDA a la edad de cuarenta años, quien acató el mal llamado “consejo” de Planned Parenthood de “ten todo el sexo que quieras, pero tenlo ‘responsablemente” (léase: usando condones, que en realidad ofrecen una falsa seguridad).
No es ninguna exageración decir que la cantaleta del “sexo libre” promovida por Planned Parenthood ha destruido y traumado a millones de vidas.
Todo ello es, pues, el legado de Planned Parenthood. No es libertad para las mujeres, sino esclavitud. No es felicidad, sino dolor y culpa. No es libre elección, sino más bien coerción.
Se trata de una operación encubierta para disfrazar la esclavitud sexual. Los “consejeros” de Planned Parenthood han dicho a los depredadores sexuales de niños cómo evitar ser detectados. Planned Parenthood han lucrado con la venta de órganos de bebés abortados en sus mal llamadas “clínicas” de aborto. Incluso, Planned Parenthood produjo una tira cómica que muestra a gente provida siendo dinamitada, ahogada y decapitada [11].
El hecho de que Planned Parenthood tenga 100 años es una acusación en contra de nuestra nación. No es causa ni motivo de celebración. Aunque han sido los bebitos, las minorías y las mujeres el blanco directo del asalto incesante de Planned Parenthood en contra de la vida, todos hemos sido perjudicados al permitir que esta barbarie haya crecido financiada por nuestros impuestos y permitida por nuestra indiferencia.
Que este aniversario de Planned Parenthood sea un recordatorio para todos nosotros de la imperiosa necesidad que tenemos de aumentar nuestros esfuerzos en la oración y en la actividad pacífica provida para poder terminar con el reino de destrucción de Planned Parenthood.
Notas: [1]. Anuncio en Birth Control Review, Volumen I, Número 1 (New Series, Octuber 1933), página 8. Otro anuncio en esta misma línea decía que el objetivo de la “‘Birth Control League’ es promover la selección eugenésica de los nacimientos a través de EEUU de tal manera que haya más niños bien nacidos y menos niños que nazcan mal, una raza más fuerte, saludable en inteligente…para que los que son física y mentalmente incapacitados usen el control de la natalidad para que tengan menos hijos o no tengan ninguno [Membership advertisement for the American Birth Control League, Birth Control Review, Volume XVI, Number 12 (December 1932), página 319]. [2] Margaret Sanger, “Birth Control and Women’s Health,” Birth Control Review, Volume I, Number 12 (December 1917), página 7. [3] Margaret Sanger, “The Eugenic Value of Birth Control Propaganda,” Birth Control Review, Volume V, Number 10 (October 1921), page 5. [4] Julian Huxley. “Towards a Higher Civilization.” Birth Control Review, Volume XIV, Number 12 (December 1930), pages 342 to 345. [5] Walter Terpenning, “God’s Chillun.” Birth Control Review, Volume XVI, Number 6 (June 1932, the “Negro Number”), pages 171 and 172. [6] “Puerto Rico: Old Woman in a Shoe.” Birth Control Review, Volume IV, Number 5 (New Series, January 1937), page 6. [7] Edward M. East, “The Fascist on Birth Control; An Italian Problem: Reply to Count Cippico,” Birth Control Review, Volume IX, Number 9 (September 1925), pages 245 and 246. [8] Rev. T.V. Jakimowitz, “A Priest on Birth Control,” Birth Control Review, Volume IV, Number 3 (March 1920), page 12. [9] Bianca Van Beuren, “The Women of the South,” Birth Control Review, Volume II, Numbers 2 and 3 (February-March 1918), page 7.
[10] Para obtener las fuentes y los cálculos de las cifras envíele (en inglés) un correo electrónico a Brian Clowes a Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla y pida la hoja en Excel F-19- 04.XLS, titulada “Analysis of United States Abortion Statistics, 1967-2013.” [11] Véase: “A Superhero for Choice,” disponible en YouTube.