Por el Padre Shenan J. Boquet – presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado el 5 de mayo del 2025.
Redefinir la definición de sexo para incluir la predilección subjetiva y conductual sexual de una persona es tan fundamentalmente erróneo que, sin duda, generará mayor confusión respecto a las definiciones de matrimonio y familia, socavando así los cimientos mismos de la sociedad civil.
- Dr. Steven White, presidente del Comité de Políticas de Salud de la CMA (Catholic Medical Association) -
Aunque a veces parezca difícil encontrar buenas noticias en nuestra cultura cada vez más desquiciada, hay un ámbito en el que los radicales sociales parecen haber ido demasiado lejos y se están encontrando con una reacción muy esperada: el tema del transgenerismo. En la última década y media, aproximadamente, hemos visto cómo el transgenerismo ha pasado de ser algo en lo que solo pensaba una pequeña minoría de revolucionarios sexuales a algo que se enseña comúnmente en nuestras aulas y se celebra en vallas publicitarias y en las calles. Una de las peores consecuencias de este fenómeno es que gran parte del trabajo realizado en pos de un feminismo auténtico está siendo erradicado.
Durante décadas, las activistas feministas lucharon por el derecho de las mujeres a sentirse seguras en los espacios públicos y por el procesamiento de los abusadores con todo el rigor de la ley. Ahora, nos encontramos en el País de las Maravillas de Alicia, donde muchas de esas mismas feministas salen a las calles a reclamar el derecho de los hombres biológicos a acceder, libremente, a los espacios femeninos más íntimos. A medida que se propaga el trastorno mental de la disforia de género, alimentado sin duda en parte por la incesante propaganda en nuestras escuelas y medios de comunicación, aparecen cada vez más historias de hombres biológicos que entran con naturalidad en los vestuarios y baños de mujeres y declaran su "derecho" a hacerlo sin oposición.
El abuso en el transgenerismo.
Uno de los peores casos que me vienen a la mente es el de un albergue para víctimas de violación en Vancouver, Canadá. La ciudad de Vancouver recortó la financiación de este centro por supuesta “discriminación” al negarse a admitir a “mujeres transgénero” (es decir, hombres biológicos que se hacen pasar por mujeres). Imagínese, por un momento, ser una mujer que ha sido sometida a una de las violaciones más traumáticas posibles a manos de un hombre, ¡y verse obligada a participar en sesiones de terapia o, incluso, a compartir alojamiento con hombres!
Hay muchísimas más historias como esta. Un género que deja a uno con la boca abierta es el de los presos varones que se hacen pasar por mujeres para ser trasladados a las cárceles femeninas, más agradables, donde abusan de ellas.
Una Voz de la Razón, Heraldo del Reino Unido.
La buena noticia es que cada vez más personas con sentido común se alzan y dicen "¡basta!".
Un caso que se presentó recientemente ante el Tribunal Supremo del Reino Unido fue presentado por el grupo For Women Scotland (Escocia para las mujeres). Presentaron su demanda después de que el gobierno escocés ordenara la inclusión de hombres biológicos que se "identifican" como mujeres en las cuotas de género femeninas para los consejos de administración del sector público.
Puede leer el articulo completo en el siguiente enlace: https://www.wsj.com/world/uk/u-k-supreme-court-rules-trans-women-cant-be-defined-as-women-0db68e3a?mod=e2tw
El caso finalmente llegó al Tribunal Supremo de Escocia, que falló decisivamente a favor de las preocupaciones de For Women Scotland. Incluso la BBC pareció sorprendida por la rotunda reprimenda que la decisión da a los ideólogos transgénero.
Como informó la BBC, la decisión "aporta mucha más claridad de la que muchos esperaban". El informe de la BBC continúa:
Los jueces dictaminaron que, cuando se utiliza el término "mujer" en la Ley de Igualdad, se refiere a una mujer biológica, y "sexo" a su sexo biológico.
También aclara que, si un espacio o servicio se designa solo para mujeres, una persona que nació varón, pero se identifica como mujer no tiene derecho a utilizar dicho espacio o servicio.
Los jueces de la Corte Suprema argumentaron que esta era la única interpretación consistente y coherente.
¡En efecto! Es importante señalar que la Ley de Igualdad es la misma legislación que se ha utilizado para intimidar a las organizaciones a seguir la ideología socialmente progresista de nuestro tiempo. En este caso, sin embargo, los intentos de los radicales de usar la Ley para promover el transgenerismo han sido rotundamente reprendidos.
Comienza una batalla.
Naturalmente, los activistas transgénero no se quedarán de brazos cruzados ante esta decisión. Un juez del Reino Unido, que se identifica como transgénero, ya ha presentado un recurso de apelación, que llegará al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Desafortunadamente, como hemos visto en el pasado, las organizaciones multinacionales, que se encuentran muy alejadas de las jurisdicciones que supervisan, suelen estar compuestas mayoritariamente por activistas liberales.
En el pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no ha dudado en anular unilateralmente la legislación provida y profamilia de países individuales pertenecientes a la UE. Esperemos y recemos para que, en este caso, el tribunal respete la decisión del Tribunal Supremo del Reino Unido.
Mientras tanto, es positivo escuchar a el periódico The Guardian informar que la decisión "ha conmocionado a la comunidad transgénero del Reino Unido y ha dejado a muchas empresas y servicios con la incertidumbre sobre qué servicios se espera que ofrezcan".
La respuesta a esa pregunta es, por supuesto, muy clara: ofrecer servicios de la misma manera que las empresas los ofrecieron durante incontables siglos, es decir, segregados por sexo biológico.
La verdad debe prevalecer.
Es fundamental que entendamos qué está sucediendo con estos intentos de introducir la transgenerización en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Quizás hayas oído el término "gaslighting" (iluminación de gas, por su traducción literal al español). Es una expresión coloquial que se refiere a cuando alguien manipula deliberadamente a una persona e intenta convencerla de que es ella quien tiene un desequilibrio mental.
La transgenerización es uno de los intentos más exitosos de manipulación de la sociedad. Por ejemplo, ahora es habitual leer en los periódicos, en los reportajes sobre ciertos delitos, la frase (disculpen el lenguaje) “su pene”. Es difícil comprender cómo un periodista o editor puede escribir eso sin ninguna vergüenza.
El transgenerismo, en última instancia, es un ataque a nuestra capacidad de comprender la realidad tal como es. En muchos asuntos, determinar la verdad puede ser una tarea difícil. Pero cuando se trata de la naturaleza del sexo biológico, esto no es difícil en absoluto. Los biólogos siempre han sabido que el sexo es binario. Si bien existe una pequeña minoría de casos en los que el sexo de una persona es indeterminado debido a anomalías cromosómicas, el 99,99 % restante no admite incertidumbre.
La ciencia de la biología confirma rotundamente la afirmación del libro del Génesis: «varón y hembra los creó» (Genesis 1:27). “Pensar que tenemos el poder de convertirnos en algo para lo que no fuimos creados, que yo puedo convertirme en mujer, o que una mujer puede convertirse en hombre, explica el arzobispo emérito Charles Chaput de Filadelfia, “es algo que Dios hace, no algo que nosotros hacemos”.
La diferencia sexual no es un accidente ni un defecto, sino un don de Dios. Retorcer la mente hasta el punto de que esta afirmación tan evidente, que Dios creó a cada persona hombre o mujer, ya no lo parezca es, sin duda, una forma extrema de locura.
El Papa Francisco sobre la ideología de género.
Es trágico que el hombre moderno haya llegado a ver la condición de nuestro sexo biológico no como un don que se recibe con gratitud, sino como una restricción que se puede rechazar por completo si así se desea.
Como el Papa Francisco afirmó con frecuencia en sus intervenciones sobre este tema, la diferenciación sexual es la fuente de gran parte de lo que hace que la vida sea buena e interesante. En una charla, se refirió a la ideología de género como “esta horrible ideología de nuestro tiempo, que borra las diferencias y lo hace todo igual”. Añadió que “borrar la diferencia es borrar la humanidad”.
En un mundo sano, añadió, “el hombre y la mujer se encuentran en una fructífera tensión”.
El Santo Padre también abordó este difícil tema en su encíclica “Laudato Si”, donde escribió:
La aceptación de nuestro cuerpo como don de Dios es vital para acoger y aceptar al mundo entero como don del Padre y nuestra casa común, mientras que creer que tenemos un poder absoluto sobre nuestro propio cuerpo se convierte, a menudo sutilmente, en creer que tenemos un poder absoluto sobre la creación. Aprender a aceptar nuestro cuerpo, a cuidarlo y a respetar su pleno significado es un elemento esencial de cualquier auténtica ecología humana (Nro. 155).
La Iglesia como un pilar de la verdad.
En estos tiempos de confusión, el papel de la Iglesia es claro: debe ayudar a las personas a descubrir su verdadera identidad como hijos de Dios, en lugar de apoyarlas en el intento desordenado de rechazar su innegable identidad biológica.
Desafortunadamente, en nuestro mundo caído, experimentamos una sensación de desintegración, que implica tensiones internas entre nuestra razón, nuestra voluntad y nuestros deseos. Quienes sufren de disforia de género deben ser abordados con profunda compasión. Para muchos de ellos, la experiencia de la confusión de género es una fuente de gran sufrimiento.
Sin embargo, las instituciones y programas católicos no pueden respaldar la teoría de la identidad de género ni facilitar ninguna forma de transición de género. No hace falta decirlo, pero la castración química, la esterilización y la mutilación corporal no son atención médica. Por lo tanto, la Iglesia debe seguir diciendo la verdad con caridad.
Afortunadamente, hay muchos ejemplos de líderes de la Iglesia que hacen precisamente eso. Como católicos, no faltan recursos para ayudarnos a abordar este complejo tema.
Hace varios años, el obispo Michael Burbidge de Arlington, Virginia (la diócesis donde resido actualmente), publicó una carta pastoral dedicada a este tema, que vale la pena leer. También les recomiendo el análisis publicado por la Asociación Médica Católica, que explica de forma excelente la negligencia médica relacionada con el llamado "tratamiento" para personas transgénero.
Mientras tanto, agradezco que, al igual que el Tribunal Supremo del Reino Unido, cada vez más personas e instituciones reconozcan la sabiduría perenne que la Iglesia siempre ha enseñado y se opongan a la corriente de la ideología de género.
Como presidente de Human Life International, el Padre Shenan J. Boquet es un destacado experto en el movimiento internacional provida y familia, habiendo viajado a casi 90 países en misiones provida durante la última década. El Padre Boquet trabaja con líderes provida y profamilia en 116 organizaciones que se asocian con Vida Humana Internacional para proclamar y promover el Evangelio de la Vida.
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